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La historia de las ikastolas en Iparralde comenzó hace
40 años, en 1969 concretamente. Comenzó con una
escuela maternal, y, doce años después, Seaska abrió
el primer liceo; a partir de aquel momento, cientos
de alumnos han podido realizar allí el 3º ciclo en euskera.
Son esos jóvenes, precisamente, quienes forman
el colectivo de personas que han recibido el nivel
más alto de escolarización en euskera en Iparralde.
Pero, una vez finalizados sus estudios de Seaska,
¿Dónde han acudido esos jóvenes? ¿Dónde han continuado
sus estudios? ¿Qué han estudiado? ¿En qué trabajan?
¿Y dónde? Hasta el momento no se había realizado
ningún seguimiento
de su trayectoria
socio-profesional.
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Esa información
es de gran interés e
importancia, tanto para la
federación de ikastolas y los
vascófilos, como para la red
socio-económica de Iparralde.
Siendo consciente de dicha
importancia, Gaindegia,
en colaboración con Seaska
y Hezkuntek, ha promovido
el presente trabajo, convencido
de que nos aportará información
valiosa para el futuro
de Iparralde.
El estudio plantea unas
claras conclusiones. Gracias
al trabajo de Seaska, en Iparralde
hay un amplio grupo de profesionales escolarizados en euskera,
los cuales muestran una intención más firme que los demás
colectivos de vivir y trabajar en Iparralde. Eso ayuda a suavizar la
tendencia que hace que los autóctonos se vayan de Iparralde, dotando
la red socio-económica local
de profesionales vascoparlantes
de calidad.
Predominan, sin embargo,
los estudios y oficios relacionados
con las humanidades, y, de mantenerse
esa tendencia, en breve
podría aumentar el número de
parados entre los ex alumnos.
Además, al escoger dichas ramas,
los profesionales escolarizados
en euskera se quedan excluidos
de las funciones de mayor
influencia económica y social.
De hecho, uno de los principales retos socio-
económicos de Iparralde consiste en diversificar
la actividad económica, equilibrando
el predominio del turismo y de los servicios
relacionados con el turismo, y desarrollando
la industria y los servicios relacionados con
ella. La mayoría de los alumnos que salen de
Seaska no están preparados para ayudar a superar
dicho reto.
Por lo tanto, el principal reto es el siguiente:
formar un fuerte grupo de personas
que se impliquen en los retos de la red económica
y social de Iparralde, para lo cual Hegoalde
puede ofrecer estupendas oportunidades.
El trabajo ha sido elaborado por el grupo de trabajo dirigido
por Eneko Gorri, y formado por Ramuntxo Etcheberri, Beñat Castorene,
Jaki Aguerre, Gillermo Etxeberria y ex alumnos de Seaska,
con la colaboración de Anton Mustirats y Eusko Ikaskuntza-Sociedad
de Estudios Vascos.
La información necesaria para el estudio la han obtenido mediante
un cuestionario, estructurando el mismo en torno a siete
temas: datos de los alumnos, situación actual, trayectoria académica,
trayectoria profesional, lugar de residencia, hábitos lingüísticos
y Seaska. En total han planteado 96 preguntas, de las
cuales seis eran abiertas. Para completar el cuestionario, les han
ofrecido varias opciones a los alumnos: on-line, en papel, por correo
electrónico o por teléfono. La mayoría de las respuestas han
sido recibidas on-line o a través del correo electrónico.
Han trabajado en equipo para localizar a los ex alumnos; se
han puesto en contacto con algunos de ellos, y, con su colaboración,
han podido contactar con el resto. De todas formas, Internet
ha sido la herramienta más empleada, ya que las redes
sociales que ofrece, tales como Facebook y demás, han servido
de gran ayuda a la hora de localizar a los ex alumnos.
Han dividido el estudio en tres apartados, pero en esta publicación
se tratan especialmente
dos de
ellos: por un lado, la
trayectoria socio-profesional,
y, por otro, la
movilidad de los ex
alumnos. Así mismo, el
documento también recoge
un estudio adicional
relacionado con la
investigación, que trata,
precisamente, de los
aspectos relativos a la
opción de ir a Hegoalde.
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