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Contexto socioeconómico, estrategia comunicativa y retos del futuro

Evolución del Mercado de trabajo en la Comunidad Autónoma del  País Vasco en 2013

Contexto socioeconómico, estrategia comunicativa y retos del futuro

Previsiones para la economía vasca. No tan estupendas.

La Dirección de Economía y Planificación del Gobierno Vasco ha actualizado sus previsiones para el final de 2013 y para el año 2014. El valor medio esperado para el PIB en 2013 (-1,1%) y en 2014 (0,9%)

El resumen de su propio informe es que el último semestre se ha frenado la caída de la economía pero a pesar de ello se acaba no obstante con una caída del PIB del -1,1%. Que es el sector exterior el que da muestras de cierta recuperación y sobre el que se basan las esperanzas de futuro, pero no la demanda interna y menos aún el consumo de los hogares que sigue perdiendo valor. La pérdida de empleo y la contención de las rentas salariales serían  las razones principales que explican la falta de tono del consumo privado. A la vez, también persisten las dudas sobre la futuro de la economía europea de la que se afirma tiene claras dificultades para fortalecer su incipiente recuperación.

Todo ello hace que haya dudas sobre el futuro del sector industrial. También la estadística de clima industrial que publica el Ministerio de Industria indica un paso atrás en las expectativas del sector, tras los buenos resultados del verano y que la capacidad productiva instalada que no se utiliza ha aumentado en el tramo final del año, alejando la puesta en marcha de nuevos proyectos de inversión.

Es decir que los datos no son, en si mismos, muy positivos. Sin embargo, estos datos son trasladados con mucho optimismo y una gran dosis de esperanza porque los mercados han dado la orden de comenzar a escribir el relato en otras claves. Ahora los resultados de las políticas antisociales y de ajustes son ya demasiado obvios, medibles y elocuentes para poder evaluar los efectos de las políticas impuestas. La nueva estrategia comunicativa pretende avalar y justificar las  políticas y, sobre todo, los logros conseguidos por el capital y los mercados financieros.

Pocos años habrán sido percibidos tan nefastos como el que acaba de terminar, y sin embargo el mensaje oficial, también del Gobierno Vasco, es que 2013 acaba siendo un buen año porque nos aleja de la crisis, y es que la historia la escriben los vencedores. Se quiere confundir el fin de una recesión técnica, con el fin de la crisis económico-social en que nos encontramos.

Siendo cierto que hay indicadores que se han calmado (como la prima de riesgo, la subida de las exportaciones netas,  freno en la caída del Producto Interior...), incluso en el mejor de los escenarios la situación actual de la economía en nuestro país es como la de un enfermo con un largo periodo de convalecencia antes de que le den el alta médica.

Algunos elementos de realismo económico

Una mirada un poco más crítica nos muestran otros datos que, no permiten valorar tan positivamente lo que viene sucediendo; el consumo sigue muerto, la financiación desaparecida, y lo que es peor, el desempleo sigue desbordado. La salida real de la crisis no llegará hasta que el paro vaya cayendo en cifras considerables mes a mes, y se vaya creando empleo neto sostenible y de calidad  que es lo que nadie ve que vaya a suceder a corto.
Por otra parte, los rasgos sociales asociados al nuevo modelo económico promovido son los de los bajos salarios y competitividad alcanzada vía menores costes laborales, lo que da muestras de un modelo de sociedad injusto y regresivo. Por supuesto políticamente inaceptable.

Si las previsiones de crecimiento para 2014 se cumplen, no será suficiente para que las empresas decidan aumentos significativos en la contratación. Los empleos seguirán caracterizados por una mayor flexibilidad contractual como la concedida por la última reforma laboral. Eso significa mayor número de contratos a tiempo parcial y, desde luego, mayor temporalidad: mayor precariedad, en definitiva. La destrucción de puestos de trabajo puede atenuar su crecimiento a costa de un menor número de horas trabajadas.
Hay alternativas, pero no se quiere
Sin embargo, hay muchos estudios científicos y evidencias empíricas muy claras que indican que hay vías para crear empleo suficiente y de calidad.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicó el año pasado su Informe sobre el Trabajo en el Mundo 2013 y también otro, meses antes, sobre tendencias y políticas para afrontar la crisis del empleo en la eurozona. En ellos y en otros parecidos se analizan las ideas y políticas que han permitido que algunos países hayan empezado a salir de la recesión de los últimos años creando empleo.

En el primero se demuestra que es imprescindible reformar el sistema financiero para garantizar que el crédito llegue, sobre todo, a las pequeñas y medianas empresas, y recuperar la demanda, para lo cual considera muy positivo aumentar los salarios y en concreto el salario mínimo; diseñar bien y fomentar las políticas sociales y de apoyo a las familias y no debilitarlas o acabar con ellas; incrementar la inversión pública que favorece a la privada y a la formación y la innovación; coordinar las políticas y no dejar que cada unidad de decisión vaya por su lado; combatir la desigualdad en los ingresos y en el acceso al mercado laboral (en especial entre mujeres y hombres) y aplicar políticas macroeconómicas sensibles con el empleo, al contrario de lo que viene sucediendo con la monetaria, de reforma laboral o consolidación fiscal. Y además de ello insiste en que hay que fortalecer las fuentes nacionales del crecimiento y el ingreso porque, en contra de lo que se cree en Europa, la demanda externa no va a ser capaz de sostener a las economías a partir de ahora.

Pero en Europa,  en España y en el País Vasco se esta haciendo justamente lo contrario, con los resultados tan negativos que conocemos. Este hecho es una prueba más de que los problemas económicos no tienen soluciones técnicas. Si fuese así, estaríamos aplicando desde hace tiempo las medidas que sabemos a ciencia cierta que crean empleo de calidad. El problema del paro es político porque para acabar con él hay que repartir los recursos y la riqueza de otro modo, a lo que no están dispuestos quienes tienen el poder y manejan a los gobernantes.

El  auténtico reto del futuro

Lo que se está solventando (tanto en el Estado como  en Euskadi)  no es salir o no de la crisis porque de cualquier crisis se sale tarde o temprano, aunque sea con los pies por delante, sino la situación que va a quedar tras el momento de convulsión.

Lo que está sucediendo es que los grupos sociales más poderosos y determinantes de la actividad económica se han puesto en movimiento después de bastantes trimestres de atonía. Por un lado, por puro instinto de supervivencia porque, como decía Joan Robinson, “los capitalistas ganan lo que gastan”. Por otra, porque han surtido efecto las reformas y medidas gubernamentales orientadas a darles más poder e influencia y eso ha aumentado su beneficio y confianza. Y, finalmente, porque el discurso del gobierno y de los grandes focos de opinión ha logrado convencer a mucha gente de que la situación es mejor y de que se puede acabar ya con el retraimiento y la desconfianza de años anteriores.

Vivimos así una situación paradójica. La extraordinaria concentración de la renta y la riqueza que existe en el País, y que se está agudizando en los últimos seis años de crisis, constituye un freno estructural al desarrollo de la economía y más concretamente para que salgamos de la crisis con más bienestar y seguridad. La paradoja consiste en que los grupos de mayor renta y las empresas oligopolistas tienen tanta incidencia en la economía y la sociedad que en cuanto han movido pieza han podido dar la impresión de que es toda la economía la que se está transformando, cuando es sólo su beneficio el que ha aumentado.

Precisamente porque son plenamente conscientes de la inestabilidad y frustración que comporta esa vía, los grupos de poder y los gobiernos apuestan principalmente por controlar el conflicto y el más mínimo síntoma de respuesta social y política, y ahí es donde va a radicar la clave del año que se avecina.

En nuestro ámbito vasco vemos como este panorama europeo y estatal tiene perfecto reflejo en las políticas autonómicas, pero además nuestra situación es más frustrante, si cabe, por las últimas manifestaciones de  las patronales vascas y la irresponsabilidad de algunas organizaciones sindicales.

Los primeros con declaraciones  que apelan a profundizar en los errores de la reforma laboral y se basan en la  individualización de las relaciones laborales, la pérdida de derechos de los trabajadores y trabajadoras  y  la  reducción de los costes laborales.

Los segundos  abstrayéndose de los problemas reales y de las necesidades del hoy, abandonando sus responsabilidades y dedicándose a hacer soflamas desde la trinchera, disparando a todo aquel que se mueva, esperando bien a que escampe o bien a que otros les resuelvan los problemas para luego criticarlo.

El Gobierno Vasco también juega a echar balones fuera y desplazar la responsabilidad del empleo al ámbito individual con conceptos como empleabilidad, emprendizaje… una autentica estafa social que esconde la falta de oportunidades laborales y de crédito para poder crearlas.

El gran reto del futuro es el gran reto del pasado; la distribución equitativa de la riqueza, origen de la actual y de las pasadas crisis a través sobre todo del reparto del trabajo dado que a al vez que seguimos aumentando en numero de personas somos cada vez más eficientes en la producción de bienes y servicios.

Resumen de la evolución del año 2013. Claro empeoramiento.

A lo largo de 2013, fruto de la política de austericidio, y de la aplicación de las reformas laborales el mercado laboral vasco  ha evolucionado de la siguiente manera:

  • La tasa de actividad ha descendido aun más,  sobre todo entre las personas jóvenes donde se sitúa en un pírrico 30,87%.
  •  Se han perdido 12.700 empleos. La pérdida de ocupación se ha producido entre las personas asalariadas (-15.200), mientras que  aumenta ligeramente los trabajadores y trabajadoras por cuenta propia (+2.500).
  • Mayor pérdida de ocupación entre los empleos a tiempo completo (-7.400) aunque también ha descendido el número de empleo a tiempo parcial (-5.300).
  • Ha descendido el empleo asalariado de duración indefinida (-18.600) y aumenta el temporal (+3.600). La tasa de temporalidad aumenta 1p.p y se sitúa en el 20,8%.
  • 10.700 empleos menos entre los trabajadores y trabajadoras del sector público
  • En la CAV, se han perdido 61 empresas en términos netos. En Bizkaia se pierden 246 empresas.
  • De media, el pasado año hubo 28.604 personas afiliadas menos que en 2012, un descenso del 3,2%.
  • Atendiendo a la afiliación media mensual de diciembre de 2013 y comparado con el mismo periodo de 2012, las secciones de actividad donde más ha descendido la afiliación ha sido en la Industria manufacturera (-5.727)  y construcción (-4.720).
  • Mínimo descenso de  la tasa de paro. 15,76% tras una bajada de 0.17p.p
  • Las personas  menores de 25 años triplican la tasa de paro. Tienen una tasa de paro del 47,13%
  • El mayor número de parados y paradas se concentra en el grupo de educación superior. 57.100 licenciados/as no encuentran trabajo. Sin embargo, las personas menos formadas tienen niveles de paro más alto.
  • Las situaciones del paro de larga duración se agrava en términos cuantitativos (+3.000) y cualitativos. Hay más personas y con mayor tiempo en paro de larga duración.
  • El 57, 86% de las personas en paro son de larga duración. Eustat lo eleva hasta el 61%
  • El paro registrado en 2013 desciende por primera vez desde el inicio de la crisis. 1.709 parados/as menos gracias al fuerte descenso que ha experimentado en los últimos meses del año, especialmente en diciembre. Pero el número de demandantes de empleo ha aumentado en 9.736personas, un 4%
  • Aumenta el paro registrado entre las mujeres. 2013 finaliza con 336 mujeres más en paro
  • Más de la mitad de las personas desempleadas registradas en Lanbide (50,8%) lo son de larga duración. A finales de 2013 había 10.512 personas más en situación  de paro de larga duración respecto al año anterior. Un incremento que representa el 14,1%, hasta alcanzar la cifra de 85.075 personas paradas que llevan  más de un año en desempleo
  • Disminuye la cobertura por desempleo. Según Lanbide sólo el 39,5% de las personas paradas cobraba algún tipo de prestación. A finales de 2013 había 5.434 personas menos cobrando prestaciones respecto a finales del pasado año.
  • Según el SEPE la tasa de cobertura (calculada de forma diferente) también baja. La tasa de cobertura se ha reducido hasta el 50,4%.Los datos de este observatorio muestran igualmente que la cuantía de las prestaciones cada vez es más baja, es decir la calidad de las prestaciones cada vez es peor en la medida que aumentan los perceptores y preceptoras de RAI pero desciende las contributivas y los subsidios. 
  • En diciembre de 2013 había 62.817 personas cobrando RGI.
  • En 2013 ha descendido la contratación. 24.891 contratos menos. La contratación ha disminuido entre las mujeres y entre los jóvenes y de mayores de 59 años.
  • La contratación indefinida cae un 33%. El porcentaje de contratos indefinidos representa el 6,57% frente al 9.53% del año anterior.
  • La contratación a jornada completa ha caída más que  los contratos a jornada parcial. Se han realizado  -16.004 contratos a jornada completa y -8.803 contratos a tiempo parcial.
  • Los únicos contratos que aumentan son los contratos temporales a tiempo parcial.
  • El 39,6% de los contratos realizados en 2013 lo son a jornada parcial, el 39,9% si sumamos los  fijos discontinuos.
  • De media cada persona contratada en nuestra Comunidad en 2013 ha tenido tres contratos.
  • En 2013 se han contratado 19.667 personas menos que en 2012.
  • Se reduce la duración de los contratos. Sólo el 2,7% de los contratos temporales que se realizan tienen una duración superior a los 6 meses.

Además se debe tener en cuenta la situación de la negociación colectiva  y las consecuencias que de ello se derivan, baste con decir que sólo el 39,7% de las personas asalariadas vascas se encuentran cubiertos por algún convenio en la actualidad (dato finales de diciembre 2013) y que el incremento salarial pactado (media ponderada de los vigentes a diciembre 2013) ha sido inferior a lo pactado en los convenios vigentes de la misma fecha de 2012 (2,2%) y 2011 (3,16%). Por supuesto, la renta disponible de las y los trabajadores, incluidos los no cubiertos y las personas desempleadas, ha descendido. El último dato publicado de las cuentas trimestrales de contabilidad regional (dato 2012) lo estima en un 5,7% respecto al año anterior y un 9,24% respecto a 2008.

Secretaría de Empleo CCOO Euskadi. Febrero de 2014